Nos encontramos ante una de las bodegas fundadoras de Corpinnat con una tradición vinícola desde el siglo XIV. Además de elaborar espumosos, elabora vinos tranquilos de la D.O. Penedés, asi como también aceite de oliva virgen extra.[break]
En sus 135 hectáreas de la finca Can Martí, se cultivan las variedades de uva blanca Macabeu, Xarel.lo, Parellada, Malvasía, Chardonnay y Muscat. Y variedades tintas como la Garnacha, Cabernet sauvignon, Merlot, Pinot noir o Syrah.
La peculiaridad de la finca Can Martí son sus suelos. Formados a partir de sedimentos de carbonato cálcico que se depositaron hace miles de años provenientes del Macizo del Garraf. Este tipo de suelos limitan la disponibilidad de agua de la viña y la producción, aumentando considerablemente la calidad de la uva.
La familia Torelló también da mucha importancia a la biodiversidad y toda su viticultura es ecológica poniendo especial atención en incrementar la flora y fauna del entorno no utilizando ningún tipo de fertilizante sintético. En la finca se han identificado más de 50 tipos de vegetación, 30 especies de aves, además de mamíferos y reptiles entre otros seres vivos.
En 2018 instalaron ocho cajas-nido para abejas en uno de los bosques de la finca ya que las abejas tienen una función polinizadora muy importante, la cual contribuye al aumento de la biodiversidad.
Los dos millones de botellas de la bodega descansan en los 5.500 m² de cavas subterráneas, en oscuridad y a temperatura controlada. Sus Corpinnat tiene entre dos y diez años de crianza. Además tienen otras dos salas. Una donde reposan los tintosRaimonda en barricas de roble francés y americano, y la otra donde se elaboran los vinos blancos Crisalys y Gran Crisalys, con crianza en barrica francesa.
Esta finca tiene mucha historia, conservándose dos masías medievales, Can Martí de Dalt (Mas de la Torrevella) y Can Martí de Baix, sede de las bodegas y donde se ubican las instalaciones.