Descripción

Una referencia que lleva pocos años en el catálogo de los hermanos Víctor y Eduardo Hernáiz, que toma su nombre de uno de los pueblos más importantes de la denominación riojana: Cenicero, ubicado en el corazón de la Rioja Alta, y cuna de los bodegueros. Se trata de un municipio histórico por sus viñedos y por la calidad de sus vinos, al que este tinto hace justicia. Este año se incluyó en el ensamblaje un 14% de Mazuelo de la finca Los Hundidos porque debido a la poca producción por cepa alcanzó una maduración impecable. En él encontraremos un perfil de vino voluptuoso, elegante y muy bebible gracias a su textura redonda y a sus taninos maduros.

Ficha técnica

Tipo
Tinto
Añada
2018
Grado
14.3% vol.
Producción
12.520 botellas
Subzona
Rioja Alta
Variedad
86% Tempranillo, 14% Mazuelo
Otros formatos disponibles:
Origen
Rioja

Cata

Vista
Color cereza granate de gran viveza.
Nariz
Golosa y levemente voluptuosa con confitura de fruta roja y negra (cereza y ciruela) bien arropada por toques especiados (nuez moscada, canela) y notas de cacao sobre un fondo mentolado.
Boca
Cuerpo medio y textura sedosa y envolvente. Los taninos maduros y bien redondeados y la buena integración de la madera hacen que el vino esté ya muy bebible y listo para disfrutar. Final largo que recupera las notas de fruta madura que marcaron el primer contacto en nariz.
Temperatura de servicio
Se recomienda servir a 16 ºC.

Viñedo y elaboración

Nombre
Uva procedente de 3 viñedos: Puentarrón, Los Hundidos y Sanchisnal, plantados en los años 80 por la familia propietaria de Viñedos Hermanos Hernáiz.
Descripción
Uva procedente de 3 viñedos diferentes plantados por la familia propietaria de Viñedos Hermanos Hernáiz.
Edad
Viñedo plantado en los años 80 (entre 30 y 40 años).
Suelo
Principalmente arcillo-calcáreos con gravas en el Puentarrón y Los hundidos; con más arcilla y cal, que dan como resultado un vino más opulento de tanino mucho más pulido y frutal, untuoso pero fresco.
Clima
El año fue muy inestable, frío y húmedo. El granizo caído a principios de julio afectó a algunas parcelas levemente. Esto, unido a un exceso de humedad, hizo necesario un mayor control sanitario en manejo de vegetación y tratamientos. La maduración fue más lenta de lo habitual. Las lluvias respetaron una vendimia larga y con suaves temperaturas que permitieron una buena maduración fenólica. Fue necesaria una selección exhaustiva de racimos, primero en campo y luego en la mesa de la bodega.
Rendimiento
32,50 hectolitros por hectárea.
Cosecha
Vendimia realizada de forma manual el 5 de octubre de 2018 en palots de 180 kilogramos.
Vinificación
Los palots se llevan en camión refrigerado a la bodega en Finca La Emperatriz. La uva despalillada y parcialmente sin estrujar fermentó en depósito de hormigón con temperatura controlada, usando levaduras autóctonas. Se realizaron
remontados muy suaves durante la fermentación.
Envejecimiento
Una vez finalizada la fermentación maloláctica en barrica, el vino permaneció en barricas de roble francés (40%) y americano (60%) durante 16 meses.