El Real Sitio de Ventosilla, finca en la que se encuentra Pradorey, captó la atención de Isabel la Católica. Desde la compra de la monarca hasta hoy, su actividad no ha cesado. [break]
Otras figuras destacadas como el Duque de Lerma o Lope de Vega también han sido testigos de lo que allí sucedía. No es de extrañar que Javier Cremades de Adaro decidiera emprender allí su proyecto vinícola en 1989, un momento en el que la Ribera del Duero no tenía ni mucho menos el reconocimiento que tiene en la actualidad. Una apuesta que ahora nos tiene a todos conquistados.
Son ya muchas las ocasiones en las que Pradorey ha salido por la puerta grande de nuestra comunidad, obteniendo un grandísimo éxito tanto de ventas como, sobre todo, de valoraciones.
Sus vinos de corte a priori tradicional cuentan con un trasfondo de vanguardia y recuperan, por ejemplo, el uso de tinajas de barro que aportan matices y una vida en botella que resultan muy singulares. Sin perder la estructura y el carácter frutal de la Tempranillo ribereña, la amplitud de su gama hace que se adapten a todo tipos de aficionados al vino.
Y aunque sean muy conocidos por los tintos, los dos blancos que se incluyen en esta selección son una gran opción para descubrir perfiles nuevos durante el verano, como demuestra el blanc de noirs a base de Tempranillo El Cuentista.
Finaliza en
11 días
Entrega estimada entre el 28/06 y el 29/0628/06 - 29/06
La historia de Pradorey comienza en 1503, cuando la finca en la que se ubica se convirtió en Real Sitio y lugar frecuentado por la realeza. Isabel la Católica fue quien dio el nombre de