Le Tréfle

De algunos de los mejores entornos vinícolas de Borgoña nacen los vinos de esta compañía que elabora en la bodega Domaine de la Roseraie. [break]

La propuesta de Le Tréfle es absolutamente natural, intentando crear los vinos más sencillos y con la menor intervención posible, emulando a los que se vinificaban en la época medieval. 

El epicentro de la casa es Côtes de Beaune, donde se extienden las tres hectáreas de viñedos de La Tréfle en los que hay plantadas las variedades Aligoté, Chardonnay y Pinot noir. Todos los trabajos que se llevan a cabo, tanto en el viñedo como en la bodega, se realizan con el máximo respeto por el medioambiente. La única escala que se emplea es la humana y, como mandato, el cuidado de la naturaleza.

En esta Borgoña más minifundista, la de las propiedades familiares de pequeña extensión, se encuentran algunos de los vinos más singulares e históricamente más parecidos a lo que siempre fue esta región desde su nacimiento y posterior desarrollo en la Edad Media. Quizás por eso, para mantener esa esencia y remembranza de los orígenes, la propiedad decidió construir una bodega a imitación de las del siglo XV. 

Los vinos que te presenta Le Tréfle han tenido fermentaciones lentas y con control de temperatura constante, crianzas en depósitos de acero inoxidable o en barricas de roble francés usadas, se han embotellado a mano sin clarificar ni filtrar y sin adición de sulfitos.

Todo con un ojo puesto en el mínimo empleo de infraestructuras y herramientas, seguimiento de las prácticas biodinámicas y fomento de los cultivos de cobertura, siembras que buscan incrementar la fertilidad de los suelos y que éstos ganen capacidad para retener el agua. Con ellos se salvaguarda la biodiversidad y se disminuyen las posibles plagas.