Saint-Émilion 1er Grand Cru Classé

El gran vino clásico del Viejo Mundo encuentra en Saint-Émilion uno de sus epicentros del placer. En ese rincón de Burdeos tuvo lugar un acontecimiento que lo cambió todo. [break]

Fue en 1954 cuando se llevó a cabo la primera clasificación de sus vinos, diferenciando así entre Grand Cru, Grand Cru Classé y Premier Grand Cru Classé. En esta venta a la avanzada te ofrecemos por primera vez la máxima condecoración con nueve de los exclusivos vinos que forman parte de esta liga de élite, que se reduce a un grupo con menos de 20 referencias. Mitos como Château Pavie, Troplong Mondot o Château Canon, entre otros, pueden ser tuyos gracias a un precio irrepetible.

Hay que retrotraerse a la época de Luis XIV para comprobar el furor que provocaban estos tintos que se enmarcan dentro de la zona del Libournais, en la orilla derecha de la Dordoña. El también conocido como «Rey Sol» los declaró “néctar de los dioses” e incluso la UNESCO reconoció a estos viñedos como patrimonio mundial.

Una de las razones de su éxito está en la maestría de los châteaux a la hora de cultivar y vinificar como pocos a la variedad reina de la región: la Merlot. Gracias a su centenario savoir-faire son capaces de extraer todo su potencial que podríamos definir en dos palabras: elegancia y finura. Se trata además de referencias con una impresionante capacidad de evolución, llevadas a cabo con el objetivo de perdurar en el tiempo.

Otra razón de peso para medir el resultado de estos vinos es el nivel de exigencia de los châteaux de Saint-Émilion, ya que la clasificación se actualiza cada década, por lo que no se pueden permitir bajar la calidad ni en una sola añada. Podríamos hacer un paralelismo con la guía Michelin y la renovación de sus restaurantes de tres estrellas. Estar en lo más alto requiere un esfuerzo diario.

De la añada 2020 que protagoniza estos primeurs destacamos, además de lo evidente de estar frente a una cosecha complicada a nivel logístico por la pandemia mundial, que las condiciones meteorológicas del año se han desarrollado con absoluta normalidad, con un verano seco y caluroso. Las condiciones del periodo estival favorecieron una maduración óptima de las uvas, por lo que se espera un excelente nivel de calidad.