Desde los Grands Crus bordeleses hasta los vinos del Nuevo Mundo, esta bodega combina prácticas ecológicas y viticultura tradicional siempre en la búsqueda de la más alta calidad.
Jean-François de Pontet compró terrenos al norte de Pauillac y allí planto sus viñedos allá por 1705. Años más tarde adquirió también tierras en los alrededores de la localidad de Canet.
Troplong Mondot es uno de los testimonios más bellos de la tradición vitícola de Saint-Émilion.
La historia de Montrose la escriben tres familias de propietarios a lo largo de dos siglos. El reflejo de su espíritu está marcado por la excelencia de añadas legendarias. Théodore Dumoulin fue el
Cos significa en gascón antiguo "colina de los cantos". La propiedad estuvo siempre dispersa, hasta que a principios del siglo XIX, Louis Gaspard d'Estournel heredó 12 hectáreas y decidió elaborar su propio vino.
Es una de las propiedades más antiguas del Médoc. El Domaine de Léoville perteneció a una muy influyente y rica familia de nobles franceses antes de su adquisición por parte de la familia Les Cases.
A comienzos del siglo XX, Maurice de Boüard adquirió un terreno cercado junto a Mazerat. La propiedad tomó entonces el nombre de esta parcela de viñas muy viejas en el corazón de la cual los viticulto
Château Mouton Rothschild se extiende por 84 hectáreas de viñedos al norte-oeste de Burdeos, en el borde de la península de Médoc, situada, como su nombre indica, en medio de las aguas.
La historia de esta heredad se remonta al siglo XII, época en que se llamaba "La Mothe de Margaux". Su relación con el vino comenzó después.
Château Cheval Blanc es uno de los dos únicos vinos de Saint-Emilion que recibe el más alto rango, Premier Grand Cru Classé A en la Clasificación del vino de Saint Emilion, junto con
El viñedo de Château Lafite Rothschild abarca tres áreas principales: Los lomajes que rodean al château, la meseta de Carruades situada inmediatamente al oeste, y una parcela de 4,5 hectáreas en la vecina comuna de Saint Estèphe.
El château y su viñedo adyacente giran en torno de una presencia que lo domina todo en la zona, la del orador y poeta Décimo Magno Ausonio, que nació en 310 en Burdeos.
