Pago de Carraovejas

“Por muy alto que se llegue, el techo sigue estando lejos”. La frase es de Pedro Ruiz, hijo de José María Ruiz y director actual de una de las bodegas más famosas de la Ribera del Duero: Pago de Carraovejas. Esta frase nos da una pista de la filosofía que subyace detrás de tan extraordinaria historia de éxito y que se resume en sus excelentes y buscados tintos, unos de los más exitosos de BODEBOCA y del mercado español. [break]

Hoy en día los vinos de Pago de Carraovejas disfrutan de un merecido estatus de “vinos codiciados”, algo a lo que ha contribuido su condición de exclusividad, pues en la mayoría de los casos no resulta tarea fácil hacerse con uno de ellos. Con excelentes catas en todas sus añadas y unas características distintivas que los sitúan siempre en una categoría de honor, el fenómeno Carraovejas sigue conjugando a la perfección tradición, afán de superación e innovación.

En Carraovejas defienden lo autóctono, que es lo que aporta la personalidad de la zona, pero también apuestan por las variedades foráneas como la Cabernet Sauvignon y la Merlot, que aportan diferenciación a sus vinos y se han adaptado muy bien al terroir. Hay que destacar que Pago de Carraovejas, con su característica viticultura de precisión, elaboró en su día el que fuera el primer vino de la Ribera del Duero con 25% de Cabernet Sauvignon, en una época en la que el Tinto Fino (la Tempranillo) era el rey absoluto absoluto. Asimismo, fueron pioneros en la utilización de roble francés en la Ribera y también en instalar riego por goteo en toda su finca.