La historia de esta bodega se remonta a hace más de un siglo y medio, cuando Giuseppe Mascarello, un viticultor que trabajaba para la marquesa Giulia Colbert Faletti di Barolo, adquirió en 1881 su primera propiedad en Montforte de Alba. [break]
En 1904, su hijo Maurizio compró una antigua finca en la región de Monprivato en Castiglione Falletto (Piamonte), trasladando allí su negocio y empezando la producción de vino. Hoy en día, el nombre Mascarello esta intrínsecamente ligado a este viñedo, uno de los Crus más prestigiosos de Barolo. Sin embargo, como las uvas propias de la finca no eran suficientes, Maurizio comenzó a completar la producción con otros vinos a partir de uvas seleccionadas y compradas a viticultores de confianza de la zona.
En 1923, tras la muerte de su padre, Giuseppe se hizo cargo del negocio familiar, ayudado por su hermano Natale. Pronto, debido a sus diferentes puntos de vista sobre la filosofía y el sistema de gestión del negocio, Giuseppe y Natale se vieron obligados a tomar caminos distintos, dividiendo la propiedad. En la primera mitad de los años 30, Giuseppe decidió dedicar toda su energía a la producción de vinos deexcelente calidad, ganando prestigio consistentemente con sus barolos, barberas y dolcettos. En la segunda mitad de los años 50, sustituyó las viejas barricas de la bodega por barricas del mejor roble de Slavonia y, en 1959, seleccionó unas vides de Nebbiolo injertadas con un clon particular de la variedad Michét, plantado por su padre Maurizio en 1920, y lo replantó en 1963.
A finales de los años 70, Mauro, hijo de Giuseppe, volvió a adquirir los viñedos de su tío Natale, reunificando de nuevo toda la propiedad y asumiendo la responsabilidad directa de la bodega. El celebrado viñedo familiar Monprivado fue enteramente replantando con el clon Michét y cada una de las viñas comenzaron a vinificarse por separado. También defendió el uso de los grandes foudresde hasta 40 hectolitros de roble de Slavonia y redujo las maceraciones de 60 a 30 días.
Hoy en día, después de haber experimentado diferentes sistemas de vinificación, sigue gestionando el negocio con la misma filosofía, aplicando las técnicas que siempre se habían practicado para obtener la máxima calidad de la materia prima. Sus vinos, producidos dentro de diferentes D.O., se elaboran siguiendo la tradición familiar con la misma precisión: maduración ideal del fruto, racimos perfectamente sanos y búsqueda de la máxima concentración en las uvas. Destacan, entre todos, los barolos de Monprivato, vinos renombrados en todo el mundo, famosos tanto por su intensidad aromática como por una ligereza fuera de lo común.