Pilar Esteve, su marido José Domenech y Joan Llobell decidieron fundar su propia bodega en el año 2011. Para comenzar su aventura vinícola utilizaron el poco espacio libre que quedaba en casa del matrimonio para la elaboración y almacenamiento de su vino. Hoy continúan sacando al mercado pequeños cupos de sus referencias, fruto de las microparcelas que tienen en propiedad.