Roselito 2022

Mosaico de viñas en vaso prefiloxéricas ubicadas a una altitud entre los 900 y 1.000 metros sobre el nivel del mar en distintos pueblos de Soria.

2022 resultó complejo, con una primavera lluviosa, sobre todo en abril y primeros de mayo, y posteriormente, ya a mediados de ese mes, con temperaturas de más de 30 °C, poco habituales en la zona. Sobre el 7 de junio, la floración estaba al 50% y las temperaturas máximas registradas durante casi todos los días de este mes fueron de 35 a 38 °C. Pese al calor extremo persistente y la prácticamente ausencia de lluvia durante el verano, el crecimiento vegetativo de las viñas fue muy bueno produciéndose el comienzo del envero el 20 de julio y completándose sin ningún problema de estrés hídrico no parones, como el resto del ciclo. Sin embargo, este clima extremo sí se vio reflejado en el tamaño de las uvas, mucho más pequeñas que de costumbre (1,5 gramos en lugar de 2) y, posteriormente en los vinos, en la la calidad de los taninos, con una línea muy homogénea y una tremenda precisión. Aunque los grados alcohólicos han sido elevados, han venido acompañados de unas acideces sorprendentemente buenas.

Prensado directo de las uvas, desfangado de 24 horas y fermentación en depósitos de acero inoxidable a 20 °C.