Hoy os llevamos a casa un pedacito del Montsant a través de los vinos del arquitecto y viticultor Alfredo Arribas, quien trabaja con algunos de los viñedos más altos y antiguos de esta D.O. [break]
“Lo que más me atrajo del Montsant es la sensación de que aquí el tiempo parece detenerse”, nos dijo Arribas hace pocos meses, cuando fuimos a visitarle en persona a su refugio particular. Allí, este experimentado vigneron busca ante todo una singularidad que consigue con vinos capaces de transmitir el suelo y la altura de sus cepas de origen. Y lo hace trasladando a sus vinos dos cualidades que nos encantan: frescura y mineralidad.
Trossos es el proyecto que Alfredo lanzó cuando concluyó su trabajo en la bodega Portal del Montsant, un banco de pruebas que le sirvió para elaborar vinos que en su día también os presentamos en BODEBOCA, como Santbru o Brunus. Ese trabajo le permitió comprender mejor la herencia que dejan las viñas viejas. Por ello, buscó unas parcelas con muchos años de edad y con ellas elaboró sus primeros vinos de la gama Trossos.
En el primer año, los vinos de Trossos se embotellaron únicamente en formato magnum con el fin de enfatizar la capacidad de guarda que podían entregar. Y todavía hoy es habitual encontrarse distintas puntuaciones en las principales guías vinícolas para un mismo vino según haya sido embotellado en un formato u otro.
Trossos es también el proyecto más clásico de todos cuanto elabora Arribas, de hecho es el más enraizado con la tradición desde el punto de vista de suelos y variedades. Con un respeto absoluto por las Cariñenas viejas y las Garnachas blancas, y una viticultura tradicional, entrega ediciones muy limitadas en todas las añadas, con monovarietales pensados para sorprender y cautivar, sobre todo con el paso de los años.
En otra gama algo más económica se encuentran sus vinos de la colección Gotes, del que en esta Venta Privada os presentamos dos exponentes: Gotes Blanques y Gotes del Montsant. El primero es el único vino que veréis aquí embotellado bajo la D.O. Priorat, mientras que el segundo representa a la perfección lo que Alfredo Arribas buscaba cuando ideó esta serie de vinos: frescura, algo que consigue buscando los viñedos más altos de la zona. Por algo, su leit motiv como hacedor de vinos podría ser perfectamente “siempre hacia arriba”.
Alfredo Arribas es uno de los elaboradores más destacados de entre todos los que tratan de llevar al vino la esencia de las regiones del Montsant y del Priorat.