Pablo Vidal - Vinos con Personalidad

No ocurre tan a menudo pero cuando pasa es mágico. El vino como producto literal de un estado de ánimo. [break]

Se puede pasar por muchos estados a lo largo de la vida. Primero la ilusión, luego la realidad que conlleva aparejada una cierta desilusión y finalmente la recuperación. ¿Quién no ha empezado de nuevo en algún momento de su vida?

Cuando algo tan humano como la propia experiencia da origen a unos vinos, resulta necesario conocer a la persona que los elabora. Pablo Vidal nos descubre dos vinos con impactantes nombres que no pasan desapercibidos. Maldito y renacido se sintió y así llamó a los vinos. Los contratiempos pueden generar belleza, en este caso líquida y embotellada en forma de vino.

Pablo Vidal fue durante 18 años director técnico del consejo regulador de Ribeiro. Una experiencia intensa, muy examinadora, no exenta de sacrificios, en la que finalmente no se ganó muchos amigos. Cuando lo cuenta se concluye que, de alguna manera, un soñador o un romántico, se dio de bruces con la crudeza técnica y en el camino perdió algo de la magia que lo había llevado hasta el vino.

Sin embargo, no todo fue malo. Todo lo que sabe de vino lo aprendió allí, tras conocer a todo tipo de personajes, viticultores, suelos y vinos. Con una anécdota nos lo explica y es que dos "cosechas geniales que fueron muy malas" iluminaron su futuro camino. 2007 fue una añada fría, con problemas de lluvias, maduraciones ajustadas, un añada mala que con el tiempo y el paso de los años sorprendió entregando grandes vinos. Cuando esto volvió a suceder en 2013, Pablo se dio cuenta de que los vinos eran capaces de superarlo. Las casualidades no se repiten dos veces y una intuición se convirtió en su mayor convicción: los vinos en Ribeiro debían ser de largo recorrido.

Y de esa convicción nos llega su primera añada, sus primeros vinos. La experiencia de Pablo Vidal cristalizó en este par de vinos que parecen hablarnos de segundas oportunidades, de nuevos comienzos. Hay que conocerlos.