Vinos con Personalidad

Convertirlos en algo más que el típico vino joven gallego generalmente conocido. Este es el objetivo que se ha marcado Pablo Vidal con su proyecto personal. Tras su andadura en el "lado más amargo" del vino, como responsable de calidad, este enamorado del vino vuelve a recuperar la magia con un proyecto pequeño y cuidado de vinos que destilan originalidad y personalidad. 

El resultado son vinos maduros, que se han pulido a partir de una lenta maduración en bodega y en botella, vinos de largo recorrido que permiten guarda, que han perdido la exuberancia de la juventud y se expresan complejos, equilibrados, elegantes, delicados y profundos.

La experiencia es un grado y en el caso de Pablo, que además es Ingeniero Agrónomo, le ha valido para conocer zonas y viñedos con gran potencial. Para la selección de los viñedos que dan origen a sus vinos cuenta con dos sistemas: por un lado, viñas que lleva directamente, desde el punto de vista técnico y por otro, viñas de viticultores de confianza, de las que selecciona parte de cada cosecha. 

No cuenta con bodega propia. En cada denominación vinifica en una bodega distinta, alquilando parte de sus instalaciones. Cuenta un par de depósitos de acero inoxidable y quince barricas. Por ahora es todo lo que necesita ya que la producción total no supera las 15.000 botellas. 

Su filosofía parte de contar con una buena viña de variedades autóctonas, las que a su juicio expresan de manera natural. Mezcla uvas para conseguir equilibrios y complejidades. Aunque hay algo que todos tienen en común, se trata de viñas con vida (con insectos, flores, distintas plantas) que favorecen la biodiversidad.