Kellerei St. Pauls

Regresar a Italia siempre es buena idea y más si lo hacemos a través de los elegantes vinos de montaña de la región de Alto Adige. [break]

Ideales para capear placenteramente los rigores invernales, las creaciones de Kellerei St. Pauls nos trasladan a un enclave mágico, protegido al norte por los Alpes e influenciado por el clima mediterráneo. Empezamos el año de la mejor forma posible con cinco de sus referencias: dos blancos frescos y minerales, y tres tintos complejos y afrutados a los que no te podrás resistir. 

Fundada en 1907, la cooperativa Kellerei St. Pauls se sitúa en el idílico pueblo de San Paolo, una de las zonas vitivinícolas más bellas dentro de la denominación Alto Adige. Laderas y colinas cuajadas de viñedos rodean el centro medieval, donde resuenan las campanas de la imponente iglesia que linda con la bodega.

La firma forja sus pequeñas grandes joyas en la búsqueda constante de la armonía entre la tradición y el progreso. Y lo logra en pura sintonía con su maravilloso entorno, apostando por la sostenibilidad como demuestra el hecho de que el 60% de sus necesidades eléctricas las cubren a través de paneles solares instalados en sus dependencias.

Fruto de ese terroir maravilloso y del esfuerzo por preservarlo de la manera más respetuosa son los vinos que os traemos. Auténticos, con carácter y dotados de extrema delicadeza y elegancia, al más puro estilo del conocido como Tirol del Sur.

De todos ellos, destacamos especialmente su vivo y pleno de cereza Pinot Noir con una relación calidad-precio excepcional y el 100% Lagrein que os permitirá descubrir, si no la conocéis ya, la variedad tinta de la zona por excelencia. Casta que propicia vinos densos, con mucha fruta y un punto especiado, ideales para arroparnos junto a un buen libro o serie durante estas largas tardes de frío. ¿A que apetecen?