Doniene Gorrondona

Dijo Luis Gutiérrez, catador para The Wine Advocate en España, que el txakoli es desde hace tiempo el vino de moda en determinados círculos de winelovers en Estados Unidos. [break]

Que existan bares y restaurantes en los que este vino procedente del País Vasco esté despertando curiosidad y admiración es gracias, entre otras cosas, al buen trabajo de bodegas como Gorrondona. Lleva más de 20 años liderando junto a otras casas una revolución gracias a la cual el txakoli está ganando fama y reconocimiento en distintas partes del mundo.

El caserío Gorrondona tiene una tradición de siglos en la producción del txakoli de Vizcaya. Al frente del mismo estuvo una familia hasta los años setenta. Sin embargo, a mediados de los noventa, todo se conjuró para que una enóloga que realizaba un estudio sobre el txakoli se pusiera al frente del proyecto. Desde entonces, no han parado de investigar e incorporar mejoras técnicas basadas en la filosofía sostenible que caracteriza ahora a esta bodega, que decidió apostar desde el comienzo de esta nueva etapa por las posibilidades que daba la tierra sin apoyarse en el cultivo de variedades foráneas ni de técnicas artificiales. 

Entre los txakolis de esta casa destacan dos gamas: Doniene y Gorrondona. Doniene es la propuesta más moderna de la bodega. Son vinos blancos 100% Hondarrabi zuri con crianza sobre lías, con más maduración y estructura.  

Por otro lado, Gorrondona obedece a un estilo de txakoli más tradicional.  Un tinto y un blanco, ambos muy frescos y elaborados respectivamente con las variedades Hondarrabi beltza, procedente de los viñedos más antiguos de Bakio, y Hondarrabi zuri. Ambas variedades estuvieron durante algún tiempo a punto de extinguirse. Esta dificultad se palió con un buen trabajo en viña y bodega que consiguió no sólo evitar lo que parecía inevitable, sino elevar la calidad del vino obtenido a cotas nunca antes vistas.