Debido al alto volumen de pedidos, las fechas de entrega pueden sufrir temporalmente algunos retrasos. Sentimos las molestias
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Carlos San Pedro podría presumir de que a sus 25 años ya poseía 15 hectáreas de Tempranillo y Graciano en plena Rioja Alavesa. Sin embargo, y lejos de cualquier arrogancia, se define como un tipo tozudo y ambicioso, aunque eso sí, también paciente, una cualidad básica en cualquier elaborador de vinos que se precie. Se mueve en el mundo del vino con la frescura que marcan sus 41 años, pero también con la gran experiencia que otorgan dos generaciones anteriores a la suya, que ya se dedicaron a la creación y la comercialización de vinos.
Este winemaker soñaba siendo un niño, y antes incluso de poseer viñas, con lo que hoy es Pujanza, una bodega personal donde cada vino naciera en su propia parcela. Así pues, fincas propias, situadas dentro de un parnaso vinícola como lo es la Sierra de Cantabria, y una elaboración específica desde la tierra, son los patrones que marcan el éxito de unos vinos con estilo propio que ya dejaron de ser pujantes desde hace unas añadas a pesar de lo que sigan diciendo sus etiquetas. [break]
Y es que las viñas familiares de los San Pedro marcan carácter. Son algunas de las de mayor altitud de toda la denominación riojana (en torno a los 680 metros de media), situándose en el límite del cultivo de la vid, por lo que no es difícil intuir que aquí la calidad es siempre preferenciada por encima de la cantidad.
Cuando en 2002, y ya con la nueva bodega construida, hubo que elegir un nombre para el vino elaborado durante la añada anterior, se pensó que qué mejor que marcar el destino de una bodega que con el nombre de su vino de referencia. Por ello eligieron Pujanza, toda una premonición. Hoy es un Tempranillo equilibrado, amplio y elegante, siguiendo la filosofía de elaboración de la casa.
Poco después apareció Pujanza Norte, vino al que el propio Carlos considera "la niña de sus ojos". Procede de una única viña seleccionada y, como buen niño mimado, recibe todos los cuidados imaginables. Apenas tiene tres cosechas en la calle y marca una trayectoria claramente ascendente. ¿Su perfil? El de los grandes Riojas, un vino elegante, de los que huyen de la pastosidad, profundo en aromas, altamente expresivo y distinguido, con armonía en la boca y con una potencia sin aristas.
Nos ubicamos en la localidad de Laguardia, en el corazón de la Rioja Alavesa. Inaugurada en junio de 2002, Bodegas y Viñedos Pujanza, sigue constantemente sorprendiéndonos con vino
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