Este vino ya no está disponible
Hasta no hace mucho el txakoli era el vino vasco entrañable, pero menor. El buen trabajo de bodegas como Astobiza ha hecho que ahora esté en las mesas de restaurantes de todo el mundo. [break]
Astobiza es una de esas bodegas vascas que ha contribuido a hacer del txakoli un vino amable, equilibrado y elegante, capaz de gustar dentro y fuera de la geografía del País Vasco.
Para ello, han aprovechado el potencial de unas variedades autóctonas únicas como la Hondarrabi Zuri, el sello más característico del txakoli, que convivió durante años con la Folle blanche, una variedad que sin ser autóctona se introdujo en los viñedos vascos porque la cantidad que ofrecía resultaba rentable. Finalmente casi ha desaparecido en favor de la Hondarrabi Zuri, una uva de menor rendimiento pero que ha revelado más posibilidades a la hora de vinificarse.
Esta variedad y la Hondarribi Zuri Zerratia, con una extensión de plantación escasa en el País Vasco, son dos uvas similares, caracterizadas por su acidez cítrica verde y un amargor muy elegante. En ellas se entremezclan los aromas del pomelo con los de la hierba fresca. Ambas producen vinos frescos y ligeros, siendo la Hondarribi Zuri Zerratia la que aporta un poco más de volumen.
Con la variedad Hondarribi Zuri, Astobiza elabora Malkoa, un singular txakoli sobre lías criado en huevos de hormigón. Cuando se lanzó al mercado, se criaba en depósitos de acero inoxidable, pero en el año 2015, el equipo técnico de la bodega empezó a experimentar con este material y observaron cómo el vino evolucionaba mucho mejor. Resultó ser uno de los pioneros en su tiempo, que además mejora con los años.
En esa misma línea de un buen potencial de guarda, Astobiza elabora su vendimia tardía con la variedad Gros Manseng o Izkiriota, una uva especialmente apropiada para cosecharla en octubre por su resistencia a la botritis o podredumbre. Es una de esas variedades que ofrecen vinos densos, profundos y muy sabrosos, con una acidez exquisita del estilo de un Sauternes o los vendimias tardías del Jurançon, en los Pirineos Atlánticos, que sirvieron de inspiración a la bodega para lanzar al mercado este vino.
Los tres vinos que te presentamos se originan en la parte más al norte de Álava, en el valle de Ayala, que es la más continental de las tres zonas donde se elabora el txakoli. Son vinos con un marcado carácter atlántico y fresco, pero con la influencia del interior que le proporciona su ubicación. Vinos para disfrutar la apuesta triunfadora de un pueblo por la identidad propia de su viñedo y sus uvas.
Okendo Txakolina es como se llama la explotación del municipio de Okondo (Álava) donde actualmente se localiza un viñedo de 10 hectáreas y una bodega que se edificó en 2008.
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