Lo descubrimos hace un tiempo y nos cautivó. Ahora repetimos en Venta Privada con este genio de la enología portuguesa. Acércate a través de sus vinos a uno de los elaboradores que está en el podio de los más innovadores de Portugal. [break]
Todo comenzó con una visita rápida a un salón de vinos portugueses. Una cata sorprendente de vinos explosivos nos descubrió un genio. Ese día nos dimos cuenta de que teníamos algo muy grande en nuestras manos y los socios nos lo han confirmado agotando sus añadas en poco tiempo.
Anselmo Mendes es devoto de la Alvarinho del valle del Miño. Aunque casi siempre la elabora como monovarietal, a veces la mezcla con la Loureiro del valle Lima y con la Avesso cultivada en el valle del Douro. Tres cartas con las que juega en la región de Vinho Verde para entregar algunos de los vinos más interesantes de la zona.
Con todas estas variedades experimenta y crea, pero está entregado a la Albariño desde sus inicios enológicos. Escruta, analiza y disecciona cada uno de sus rasgos de comportamiento ante distintos modos de elaboración. Se ha ganado a pulso el apodo de "míster Alvarinho".
“Ocupaba todo mi tiempo libre, mis vacaciones y fines de semana en estudiar cómo se comportaba”, nos explicaba hace un tiempo con motivo de la presentación en nuestro Club Vignerons de su tinto Douro Etiqueta Roja, uno de los vinos revelación en nuestra web. Sabemos que muchos socios se han adentrado en los vinos portugueses por éste y por su Anselmo Mendes Dão.
Pero no tenemos que olvidarnos de sus inmensos blancos: vivaces, cítricos, a veces electrizantes; otros se muestran sosegados tras reposar en barrica, más complejos y reflexivos. Y todos tienen algo en común: la disimulada presencia del alcohol que Anselmo sabe muy bien cómo integrar en el conjunto sin que apenas se perciba.
Sus vinos te dejarán boquiabierto, y más al precio en que se quedan en esta Venta Privada. Es tiempo de Portugal. Es el momento de Anselmo. Lo mejor de la zona de Vinho Verde a tu alcance.
Pronto supo a qué iba a dedicar su vida. Anselmo Mendes descubrió su vocación cuando aún era un niño en el seno de una familia viticultora de Monçao, un pueblecito entre Galicia y Portugal.