Domaine Weinbach

Al pie del prestigioso Schlossberg Grand Cru emerge Domaine Weinbach. Fue vendido durante la Revolución Francesa como propiedad nacional y en 1898 los hermanos Faller adquirieron la propiedad. Cuando su hijo y sobrino, Théo Faller, uno de los grandes artífices del éxito de la AOC, se hizo cargo del Domaine comenzó una auténtica revolución que ha dado como resultado algunas de las referencias más aclamadas de la región.

A partir de su herencia Théo empezó a ampliar su extensión de viñedo adquirieron algunas de las parcelas más prestigiosas. A partir de 1979 su esposa Colette y sus hijas Catherine y Laurence, que dan nombre a algunos de sus cuvées más emblemáticos, mostraron la misma pasión la vid y se implicaron de forma total en la creación de estas joyas del vino francés. Desde 2016, Catherine Faller dirige el Domaine con sus hijos Eddy y Théo.

De entre todos sus viñedos, el más emblemático es Clos de Capucines. Esta finca de tan solo 5 hectáreas, protegida por los muros del antiguo convento de los Capuchinos, ya se menciona en escritos del año 890. Se encuentra al pie de la ladera donde disfrutan de un clima continental y está protegida del viento y la lluvia por las montañas. Sus suelos franco-arenosos con guijarros graníticos contribuyen a que las cepas puedan contar con la cantidad de nutrientes y de agua perfecta para dar vida a vinos expresivos, aromáticos, minerales, concentrados y equilibrados.

El viñedo se trabaja siguiendo los principios de la viticultura biodinámica y se vinifica con una mínima intervención: el mosto se extrae con prensados suaves en la prensa neumática y las fermentaciones tienen lugar en barricas y fudres neutros y con levaduras indígenas. Así logran que cada gota de su magnífica colección exhiba el carácter único de estos maravillosos terruños y las personalidad y encanto de las variedades clásicas de Alsacia.