Históricamente ligada al 'terroir'de Champagne, la bodega Marie Copinet es el fruto de varias generaciones de enólogos. Con los años, estas generaciones modernizaron y consolidaron un interesante patrimonio vinícola. [break]
Tras heredar sus primeras viñas en 1956, los abuelos de Alexander Kowal, enólogo y marido de Marie, se embarcaron en una aventura comercial creando su propia marca en Cuchery.
En los años 60 los abuelos de Marie Laure Copinet adquirieron sus primeras tierras. En 1975 fueron sus padres los que se establecieron como viticultores independientes en el pequeño pueblo de Montgenost al dejar de vender sus uvas a grandes casas de Champagne. Y fruto de esta historia compartida se establecen los orígenes vinícolas de esta pareja que ha sabido aprovechar bien los conocimientos que heredaron de sus respectivas familias y que se ha comprometido en la búsqueda de la excelencia guiados por el respeto a los sabores fieles del espíritu familiar.
Con un enfoque creativo, y desligados de las imposiciones de un estilo único, Marie Laure y Alexandre sigue una viticultura "eco-pensada" y decidieron adoptar métodos más naturales y respetuosos con el ecosistema. Una decisión que ha repercutido muy positivamente en la calidad de sus cosechas y por la que han alcanzado recientemente la acreditación Terra Vitis gracias a sus buenas prácticas ecológicas. También cuentan con el certificado vegano europeo "Eve vegan".
Sus 9 hectáreas de viñedos se distribuyen entre tres terruños típicos de la denominación: Sézannais, Côte des Bar y Vallée de la Marne. Sus elaboraciones se caracterizan por un alto porcentaje de vinos reserva (entre el 50 y 70%) de al menos tres añadas en cada cuvèe, en las que no hay uso de roble nuevo y el dosage es el mínimo indispensable, por lo que el resultado está directamente asociado a una Chardonnay dominante, de acidez natural remarcable, fresca y muy fina.