Galería de imágenes de Bodegas Lozano
Localización y otros datos de interés
Superficie total de viñedo
38 ha.
Entre viñas centenarias y paisajes de Rioja Alavesa, cada vino nace del cuidado, la historia y la pasión por la vid.
La familia Lozano fija su mirada en Rioja alavesa para crear una colección que pone en valor viñedos viejos repartidos en la zona de influencia de la sierra de Cantabria, un paisaje cargado de historia y prestigio vinícola.
La historia de este proyecto se inicia en 1853, cuando la familia Lozano comienza a plantar sus primeros viñedos en Villarrobledo, con la variedad Airén como principal protagonista, una uva profundamente ligada al territorio. Desde aquellos primeros pasos, cuatro generaciones han continuado este legado, construyendo un camino marcado por el aprendizaje constante y la transmisión del conocimiento.
Este recorrido es reflejo de un firme compromiso con el trabajo bien hecho y un reconocimiento al esfuerzo, la constancia y la perseverancia que han definido a la familia durante más de 160 años dedicados al cultivo de la vid.
A lo largo del tiempo, la bodega ha atravesado distintas etapas que han contribuido a su evolución hasta convertirse en una empresa familiar de referencia y con proyección internacional. Sin renunciar a sus raíces, el proyecto ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, incorporando nuevos productos y formatos que responden a las demandas actuales del sector vitivinícola.
Desde 1853, la labor vitivinícola en Villarrobledo ha estado marcada por un cuidado meticuloso de la vid y el respeto por el terreno. En las fincas La Carrasca, La Elipa y Los Salvadores se cultivan 14 variedades de uva que conviven con cereales y olivos. En Rioja Alavesa, los paisajes y viñedos destacan por la presencia de Tempranillo y Viura provenientes de plantas centenarias, que son la base de vinos de máxima calidad. La atención a cada detalle refleja el valor y prestigio de estos dos enclaves: Villarrobledo y Rioja Alavesa.
La calidad de los vinos se apoya en la combinación de factores naturales y humanos: la riqueza del suelo y su humedad, la amplitud térmica del clima continental —con veranos que superan los 40 ºC e inviernos bajo cero—, la altitud de entre 500 y 700 metros, y la forma de plantación de las viñas, ya sea en espaldera o en vaso. La proximidad de los viñedos a la bodega, el control del grado de maduración de las uvas y la rapidez en la recolección y vinificación son aspectos fundamentales para garantizar la calidad. Los suelos, mayoritariamente arcillo-calcáreos, permiten un cultivo equilibrado y bien drenado.
En total, los viñedos albergan 15 variedades de uva, entre las que se encuentran Airén, Chardonnay, Macabeo, Moscatel, Sauvignon Blanc, Viura y Verdejo en el caso de las blancas, y Bobal, Cabernet franc, Cabernet sauvignon, Garnacha, Merlot, Petit verdot, Shiraz y Tempranillo en las tintas. El cuidado de la vid, la riqueza de estas variedades y la atención dedicada a cada etapa del proceso conforman la base de la excelencia y del carácter distintivo de los vinos elaborados en estas regiones.
El resultado son vinos que reflejan fielmente el carácter de Rioja Alavesa, donde la altitud, la edad de las viñas y el cuidado en cada etapa del proceso se traducen en autenticidad, equilibrio y personalidad.
Bodeboca.com © 2025 - Todos los derechos reservados