Descripción

Cada añada, los propietarios de esta bodega guardan una o dos barricas de vino de pasas y las mezclan en su solera, refrescándolas cada año con las nuevas añadas. Como legalmente no se les permite usar el término "solera" para referirse a este vino, han decidido llamarle Olerasay. Este es el segundo lanzamiento de un blanco dulce original, pero muy sudafricano, que sorprende con su complejidad aromática y su profundidad en boca.

Ficha técnica

La bodega
Mullineux & Leeu Family Wines
Tipo
Blanco dulce
Grado
8.5% vol.
Variedad
100% Chenin blanc
Origen
Swartland

Cata

Vista
Color dorado pajizo brillante, con un aspecto viscoso.
Nariz
Aromas a melocotones secos, albaricoques, miel y mermelada.
Boca
Sabor a nuez. Final limpio, fresco y muy largo.
Temperatura de servicio
Entre 9 y 12 ºC.
Consumo
Gran potencial de guarda.

Viñedo y elaboración

Cosecha
La vendimia se realiza cuando las uvas alcanzan el estado óptimo de maduración y se dejan secar a la sombra de algunos árboles durante algunas semanas Esto permite que la humedad se evapore naturalmente de las bayas, concentrando azúcares, ácidos y sabores.
Vinificación
Cuando las uvas se han marchitado para convertirse en pasas se trituran y se prensa el racimo entero en barricas viejas de 225 litros. El mosto fermenta de forma natural durante unos 9 meses y acaba por sí solo, sin fortificación ni filtración.

Opinión de los críticos

The Wine Advocate:

Bottled in 2020, the NV Olerasay is a solera-style wine made from Chenin Blanc and possesses fractionally blended portions of previous vintages from 2008 through 2019. Medium gold in the glass, the wine explodes with picturesque stone fruit aromas, boasting notions of white peach, satsuma, apple purée, Meyer lemon and candied citrus on the nose followed by hints of jasmine honeysuckle. Medium to full-bodied yet impeccably balanced, the 8.5% alcohol shows true. However, it's the dynamic and impressive acid structure that frames this wine beautifully and gives the wine its elegant yet focused power. Showcasing a near-perfect Rolodex of classic Chenin Blanc flavors—sans wool—I would easily put this up against any of the Loire Valley's world-class sweet Chenin Blancs. I understand and appreciate the power of solera and cannot wait until this solera is at least 25 years of age. Bravo! This is hands-down some of the best Chenin Blanc I've ever had the pleasure of drinking.