Bodega Volver

Jorge Ordóñez y el enólogo Rafael Cañizares forman un tándem bien avenido. Ambos son el alma de Volver, la bodega de la que salen algunos de los mejores vinos del sureste español. [break]

El trabajo de ambos se complementa a la perfección. Mientras que Rafael pone toda su experiencia como elaborador, adquirida durante años en bodegas de Castilla-La Mancha, Jorge hace lo propio como experto en comercialización, una tarea por la que se ha convertido en uno de los principales nombres del vino español.

La razón por la que Jorge Ordóñez se comprometió con esta región fue el buen comportamiento de sus suelos para la obtención de grandes vinos. En La Mancha, donde buscaba terrenos muy pobres óptimos para el cultivo de la vid, encontró 100 hectáreas situadas a más de 650 metros de altitud. Y a pocos kilómetros, en Alicante, donde Jorge posee 185 hectáreas de viñedo, las cepas se sitúan en el punto más alto de la D.O, llegando a alcanzar los 750 metros. Es aquí donde se encuentran las viñas octogenarias con las que se crea el Tarima Hill, un Monastrell con 93 puntos Peñín a la venta por menos de 10€, todo un acierto de compra.

Respecto al clima que definen ambas regiones, también existen similitudes. ¿A que no imagináis que en Alicante se puedan alcanzar temperaturas de 5ºC bajo cero y nieve? Pues en las cotas donde se sitúan estos viñedos, es posible. En La Mancha, de donde se obtiene Volver, el Tempranillo que da nombre a la bodega, predomina una meteorología igualmente extrema. Por ello, no son raros los inviernos con algo de nieve y los veranos muy calurosos, eso sí, con noches frescas que ayudan a moderar el proceso de maduración de las uvas.

Con este mimbres y un terroir más que idóneo para la obtención de vinos con buena potencia, estructura y concentración, Jorge Órdoñez no sólo pretende continuar con su éxito obtenido en otras regiones españolas, sino sobrepasar todas las expectativas creando el mejor vino que estas regiones hayan conocido antes.