Tres patentes, un secreto industrial y nuevos proyectos de investigación y desarrollo a la vista sitúan a Terras Gauda a la vanguardia de la investigación vitivinícola en España. [break]
Hablar de vino supone contar historias, que a menudo se encuentran en el afán de una bodega como Terras Gauda, una de las que más vino embotella en Rías Baixas, por aumentar la calidad de sus vinos mediante la investigación científica.
Incrementar la calidad de sus vinos pasa también por mantener una regularidad año tras año. Esto fue lo que les llevó a seleccionar del viñedo y aislar una levadura propia con la que fermentan su Albariño. En ella encontraron la posibilidad de reforzar la singularidad y la tipicidad de sus vinos elaborados con esta variedad.
Fue el resultado de cuatro años de investigación mano a mano con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que finalmente llegó a buen término tras obtener la que fue la primera patente de Terras Gauda, en el año 2008.
Un novedoso método de crianza sobre lías anaerobia (sin oxígeno) es otro de los puntos clave sobre el cual la bodega viene investigando desde hace tiempo también con el CSIC. La investigación demostró que este procedimiento aumenta la calidad del vino en mayor medida que la clásica crianza sobre lías, mejorando su cuerpo y realzando su sabor.
El proceso dura unos 50 días y se lleva a cabo al poner en suspensión las levaduras en el vino, tras la fermentación alcohólica, mediante removidos (battonage) periódicos sobre una parte de las levaduras que participan en la fermentación. Una vez que esta termina, la levadura muerta cae al fondo del depósito y luego se remueve una pequeña proporción para mezclarla de nuevo con el vino.
Este proceso es similar al de la clásica crianza sobre lías, aunque evitando la oxigenación que se produce con el método tradicional en barricas de madera. La investigación trajo la segunda patente a Terras Gauda en el año 2010.
Por otro lado, la bodega de Rías Baixas siempre apostó por variedades autóctonas más allá de la Albariño, especialmente la Caíño Blanco. Sus excelentes cualidades la hicieron merecedora de una atención especial por parte de Terras Gauda.
Así fue como en el año 2012 la bodega licenció con el CSIC su tercera patente de uso de una bacteria láctica propia de esta variedad de uva en su viñedo, que entra en juego durante la fermentación maloláctica de sus vinos de Caíño blanco.
Estas tres patentes hacen únicos a sus vinos, por la mejora en la calidad y la búsqueda de una singularidad que se repite año tras año y el consumidor puede identificar como propia en Terras Gauda.
Terras Gauda se encuentra en el extremo suroccidental de la provincia de Pontevedra, en la zona de O Rosal, limitando con Portugal y muy cerca de la desembocadura del río Miño.
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