Shaya

Vuelven dos de nuestros blancos de cabecera, y lo hacen con sus últimas añadas disponibles, que han recibido el respaldo de la Guía Peñín, como podéis comprobar en sus 93 puntos. [break]

Shaya y Shaya Habis son de esos vinos que nos reconcilian con la Verdejo. Respiran frescura y mineralidad en cada gota, y además están avalados por una familia magnífica como los Gil, que convierten cada vino en una garantía de acierto.

Shaya es un proyecto que hace apenas un año cumplía su primera década de vida, un tiempo en el que los Gil, con la inestimable colaboración de la enóloga australiana Belinda Thomson, que está al frente del equipo técnico de la casa, han demostrado la posibilidad de hacer verdejos diferentes sin renunciar al ADN de esta variedad castellana.

En cuanto a los vinos, Shaya es una de las mejores opciones de la zona en términos de relación calidad-precio. Cuesta creer que un blanco con una puntuación de 93 puntos sea tan asequible, y ahí radica su éxito. Llevamos ya con esta cinco añadas de Shaya presentadas en Bodeboca y en todas ellas la valoración de nuestros socios ha estado en torno a las 3,6 estrellas, una nota que refleja la regularidad de este blanco que no suele faltar en las bodegas personales de los miembros de nuestro equipo.

El complemento perfecto a Shaya es su hermano mayor, Shaya Habis, un blanco con una dosis extra de complejidad, cuerpo y capacidad de evolución tras pasar ocho meses criándose en barrica. Procede de viñas viejas plantadas antes de la filoxera, y volvemos a presentároslo a sabiendas de que se trata de una de las propuestas ganadoras de la familia Gil. Por fin podemos tener a los Shayas entre nuestras manos y, además, llegan como el turrón, dispuestos a alegrarnos la Navidad.