Parajes de Castro Ventosa

Hay días de cata que quedan en la memoria, como el que vivió nuestro comité cuando conoció estas joyas del Bierzo. [break]

Es cierto que cuando te ponen delante algo con el sello de Raúl Pérez son muchas las opciones de salir victorioso. Aún así, la sorpresa fue mayúscula. Estos vinos de paraje de la bodega de su familia son pura magia. Un tridente del que toca despedirse porque quedan muy pocas botellas.

Y cómo no iban a quedar pocas… Si tenemos en cuenta que cada referencia ronda una producción limitada a poco más de 1.000 unidades, un elaborador de fama mundial, unas puntuaciones Parker estratosféricas y unos precios terrenales pues la combinación es ganadora.

El alma borgoñona de estos tintos se aprecia en la interpretación que hacen de los suelos y las exposiciones del viñedo. Aunque sean lugares próximos entre sí, cada referencia respeta su identidad gracias a una vinificación en grandes tinas de roble que realza y acompaña, en lugar de maquillar el resultado final.

Por cierto, la presente añada 2019 está recogiendo muy buenas opiniones. Lo que hemos probado hasta ahora sigue la senda de disfrute que marcó la 2018, valorada como una de las mejores en las últimas décadas.