De Francia han salido grandes cosas. El pensamiento ilustrado, los 'croissants', y hasta el concepto de la elegancia, cuyo 'summum' encontramos en las burbujas de Champagne. [break]
En Epernay, el palpitante corazón de la región, la 'maison' Laurent Godard nos deleita con sus creaciones desde hace casi un siglo. Su Mannaz es uno de esos 'champagnes' que nos recuerdan todo lo que adoramos de las burbujas, si es que alguna vez se nos olvida. Una tabla de quesos y frutos rojos, un¡pop! y a disfrutar.
El champagne ha sido siempre un embajador en lo que a lujo y elegancia se refiere. Pero si algo hemos tenido la suerte de vivir, es que hoy en día uno no necesita tener millones para poder disfrutar del placer de estas burbujas doradas.
Laurent Godard, acompañado de los seis vinos que hoy te traemos, nos ofrece la posibilidad de comprobar la democratización de Champagne en primera persona, acercándonos la maestría de las grandes casas y la grandeza de la Chardonnay y la Pinot noir, con una relación calidad-precio alucinante. Todo ello teniendo en cuenta el recorrido de la casa, sus cien años de experiencia latentes en un cuidado, una atención y una pasión que traspasan generaciones.
Y es que hablar de lujo no es hacerlo de algo inalcanzable y lejano, sino de pura emoción, sentimiento desnudo y experiencias únicas. Coleccionar momentos que solo viviremos una vez y que atesoraremos en nuestra memoria. Un concepto que ya han bautizado nuestros vecinos galos como joie de vivre. De eso se trata, de vivir, y nada mejor que hacerlo con champagne.
Cuando Georges Godard le compró unas vides a la cafeteria de su pueblo en los años 20, estaba lejos de imaginar que sería el inicio de una larga historia y tradición de productores de Champagne en Épernay.