Finca Allende

Miguel Ángel de Gregorio llegó a Briones en 1995 y literalmente se flechó con las singularidades que ofrecía. [break]

Parece normal ahora hablar del terruño pero para ese momento en Rioja lo habitual era vinificar uva sin atenerse a viñedos concretos.Miguel Ángel de Gregorio, arriesgado y un tanto polémico, determinó que en su proyecto se nutriría solo de las uvas que cultivaría enBriones.

La fascinación de Miguel Ángel por este pueblo situado en el noroeste de la provincia se debía a dos razones. Casi todos los terruños están expuestos al norte, recibiendo una fuerte influencia del atlántico. Y sus suelos son arcillosos con gravas en profundidad. Unas cualidades que si bien hacen que los vinos sean más austeros en su juventud, aportan mineralidad, taninos perfilados y longevidad con el paso del tiempo. Esto fue justamente lo que enamoró a este enólogo de origen manchego, la promesa de unos vinos eternos, que a pesar del paso de los años, siguen vivos.

Briones es por tanto el origen y el hilo conductor de esta bodega que ya lleva 20 años entregando unos vinos que no quieren quedarse en una categoría reduccionista de riojas modernos. Como bien lo explica el propio Miguel Ángel "hacemos vinos que proceden de un terruño concreto y queremos que sean los mejores. Pero no tenemos dos añadas iguales ni las queremos tener. Algunos años son más ácidos, otros más cálidos, pero siempre la misma raza está presente en estos vinos. Un carácter que permanece inmutable y que se percibe cuando se catan".

Allende tinto por tanto huele y sabe a Briones. Un vino que quiere expresar sinceridad y honestidad y que proviene del ensamblaje de las 148 parcelas que cultivan en Finca Allende. Allende blanco es producto de un acertado manejo de la Viura en campo y en bodega. Palabras mayores y posiblemente sus vinos más buscados son la pareja formada por Calvario 2007 – terciopelo – y Aurus 2009 – seda – dos grandes ejemplos de tintos de guarda.