Conocí Cunqueiro en marzo de 2016, y 15 meses después estoy orgulloso de ser el descubridor para BODEBOCA de una bodega del Ribeiro que causa simpatía a todo el que se acerca a ella. [break]
Recuerdo que lo primero que me sorprendió de este proyecto fue la ilusión de César Fernández, uno de los bodegueros gallegos más inquietos de los que he conocido en mis cuatro años en BODEBOCA. No era de extrañar que tras sus palabras se escondiera uno de los primeros vinos revelación de nuestro Club Vignerons: Mais de Cunqueiro, que ahora os presentamos junto al resto de blancos de la casa.
Aquel día de marzo de 2016, en el Palacio de Congresos de Madrid, un grupo de aficionados no profesionales elegía a Mais de Cunqueiro como su vino preferido. Pensé entonces que si un mismo vino era capaz de poner de acuerdo a tantos neófitos, debía de tener algo especial. Así que lo puse en conocimiento de mis compañeros. ¿Tendríamos nosotros la misma opinión que ese grupo de catadores noveles?
Semanas después, en una de esas catas en las que examinamos los vinos candidatos a presentarse en nuestro Club Vignerons, llegó el momento de Cunqueiro. Y nuestro veredicto fue muy similar al que ese día escuché en el ferial madrileño. Teníamos un blanco espectacular que presentar a nuestros suscriptores, y ellos tendrían la última palabra. Su veredicto fue tan positivo que Mais de Cunqueiro se convirtió en Vino Revelación, una categoría solo destinada a aquellos vinos con mejores valoraciones.
Durante la preparación del contenido para aquella presentación en BODEBOCA viajé a Ribeiro a conocer in situ el proyecto. Allí me recibió a César, quien me presentó a Severino, Óscar e Iván, el resto de miembros del equipo. Todos ellos me hablaron de don Severiano Fernández, su abuelo, conocido como ‘O Cunqueiro’. Él fue el iniciador de las actividades vitivinícola de la familia elaborando vinos a la manera tradicional que vendía en las numerosas tabernas de Ourense. Recordaban que de aquello habían pasado casi 100 años, y con motivo de ese aniversario estaban preparando un vino especial que expresaría esa forma tradicional de hacer las cosas en el Ribeiro. Ese vino, llamado Cunqueiro 1920-2020, está ahora disponible en esta Venta Privada.
Nos fuimos después al viñedo. Y allí, contemplando el Miño, comprobé la dificultad de trabajar los viñedos en una zona históricamente minifundista, con viñedos que en muchas ocasiones ocupan menos de una hectárea. Viñas inclinadas, en la que se registran hasta 45 grados de temperatura en verano (¿quién dijo que en Galicia no hacía calor?) y sobre las que nacen variedades minoritarias como la Treixadura, la Loureiro, la Godello o la Torrontés. Esta singularidad, me contaron no sin cierta resignación gallega, encarece los costes de producción de sus vinos. En esta venta, como buenos descubridores, nosotros hemos conseguido unas condiciones especiales para acercaros de forma asequible la singularidad de una tierra y una familia que merece un reconocimiento acorde a sus casi cien años de dedicación al vino.
Nacho Civera, redactor de contenidos de BODEBOCA
Cunqueiro es una bodega de carácter familiar situada en la margen izquierda del río Miño que fue fundada en 1920 por don Severino Fernández, abuelo de los actuales propietarios.
De lunes a jueves de 09:30 a 18:30 y viernes de 09:30 a 15:30 (excepto festivos)
General: 91 198 12 37
Lu/Ju 09:30 a 18:30
Vi 09:30 a 15:30.
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