The Chocolate Block

Entre los vinos del Nuevo Mundo, los de Sudáfrica cuentan con un exotismo especial, pero a la hora de elegir, siempre es mejor comenzar por uno de contrastado prestigio. [break]

Cuando pensamos en vinos de África, quizás se nos venga a la cabeza una postal que poco tiene que ver con la realidad. Y es que pese a estar considerados como vinos del Nuevo Mundo, en Sudáfrica también existen bodegas centenarias y regiones con larga tradición vinícola, como es el caso de Constancia, cuyos vinos dulces de Moscatel ya eran muy apreciados en el siglo XIX.

Tampoco los paisajes son tan áridos como podríamos imaginar, y es que el entorno de bodegas como la casi impronunciable Boekenhoutskloof se asemeja más al de las montañas de los Alpes que al de las recurrentes llanuras de la sabana africana.

La presencia de enólogos vanguardistas con muchas ganas de experimentar y demostrar su talento es otro interesante factor de la escena vinícola sudafricana. En este sentido, el reputado elaborador Marc Kent, enólogo de la citada bodega Boekenhoutskloof, es un firme defensor de la viticultura orgánica y de la búsqueda de parcelas con viñedos viejos, lo que ha ampliado notablemente el horizonte cualitativo de los vinos de la zona.

La búsqueda de esas parcelas ignotas por parte de elaboradores como Marc han propiciado que zonas como Swartland, al norte de Ciudad del Cabo, donde las cosechas son escasas y abundan las cepas viejas, cobren protagonismo en los últimos años. De aquí procede parte de las uvas con las que se elabora The Chocolate Block, un tinto que no responde a una fórmula fija sino que cada año se alimenta de los descubrimientos de una bodega que no deja de cosechar premios, como el de “Bodega del Año” otorgado en 2012 por la guía Platter´s, la más influyente de Sudáfrica.