Palacio de Fefiñanes

Estas fiestas te proponemos una escapada a Cambados para conocer la esencia de la zona en la que se elaboran los mejores albariños del mundo, el Valle del Salnés, y lo podrás hacer sin moverte del sofá. [break]

Cruzamos las arterias repletas de preciosas casas de estilo marinero y renacentista y aparecemos por sorpresa ante la inminente fachada enmarcada en una preciosa plazuela en la que se yergue majestuosa la fachada del Palacio de Fefiñanes. Nos plantamos ante sus muros y descorchamos los tres vinos de esta venta. 

Están muy bien puntuados por la crítica: Albariño de Fefiñanes 2019 tiene 92 puntos Peñín y 91 Parker y su precio es de 12,50 euros en VP. Nuestros socios lo adoran, por eso añada tras añada le dan grandes valoraciones. 

1583 Albariño de Fefiñanes 2019 ha sido puntuado con 92 Peñín y 91 Parker. Su nombre hace alusión al año de origen del Palacio de Fefiñanes, que situado en Cambados, es la sede actual de la bodega que elabora este delicioso albariño, cuya primera añada se realizó en 1995.

El Albariño de Fefiñanes III Año 2017 es un supersónico gallego que ha conseguido alcanzar los 96 puntos Peñín y 92 Parker. Es uno de esos albariños que te demuestran que hay vinos blancos cargados de matices, y que te pueden arreglar el día. Nada más verlo sientes un enamoramiento a primera vista que te hace perder la cabeza e intentar desnudarlo rápidamente, ¿dónde está el sacacorchos cuando se le necesita?

Palacio de Fefiñanes tiene una cosa que le diferencia de la mayoría de bodegas de vinos blancos: sabe que un albariño bien hecho evoluciona en botella de manera maravillosa. Es el caso de III Año 2017, al que le auguramos una guarda extraordinaria. Pero si te lo bebes ahora, con quietud y buena compañía, te darás cuenta de que la vida tiene momentos sublimes. Menos de 8.000 botellas son muy pocas para servir a todo el planeta. Sé uno de los privilegiados.

La bodega de Cambados tiene tanta historia guardada entre sus muros y en los libros de Historia que merece una lectura sosegada. Pero a modo de pincelada te diré que fue la primera bodega en Galicia en comercializar un albariño con marca y etiqueta. Pongamos que hablamos de 1928.