Tras estudiar viticultura y pasar 10 años trabajando en el sector, algunos de ellos elaborando vinos de garaje, Peter Gierszewski decidió fundar su propio ‘domaine’ y dejar que sus borgoñas ecológicos y artesanos hablen por él. [break]
Enclavada en las colinas de Cluny, Domaine de Thalie es una pequeña finca familiar con 4,5 hectáreas de viñedos, que Gierszewski adquirió en 2009.
La diversidad de los suelos, con la típica arcilla rojiza y piedra caliza de las Mâconnais, margas o granito, y la total exposición oeste del viñedo convierten a esta finca en el enclave ideal para el cultivo de variedades como la Chardonnay, la Pinot noir o la Gamay.
La práctica de la agricultura ecológica y el mínimo intervencionismo en la elaboración son las máximas de la bodega. “¡Confiamos en nuestras uvas y en nuestros mostos!”, afirma el enólogo, quien, ante todo, busca con su vinificación poder expresar con precisión y autenticidad esa amalgama de suelos y la pureza varietal de las uvas empleadas.
En la actualidad, Domaine de Thalie elabora tanto tintos como blancos, todos ellos con el sello francés AB de agricultura biológica y la certificación ecológica europea. Frescos, singulares y con carácter, se reparten entre las apelaciones de Bourgogne, Mâcon-Bray y Crémant de Bourgogne.