Dehesa de Luna es un verdadero ejemplo de viticultura ecológica y sostenible. Sus viñedos se plantaron entre las encinas que, desde hacía decenas e inclusos cientos de años, habían poblado estas tierras. [break]
De este modo, los viticultores de Dehesa de Luna se afirmaron en su compromiso de respeto a la biodiversidad presente en la finca.
De hecho, las aves son el símbolo de muchos de sus vinos, porque en la reserva donde se ubica la bodega viven decenas de especies, entre las que destacan águilas imperiales, avutardas, perdices rojas y azores.
Además, en sus 83 hectáreas de viñedo ecológico está extendido el uso de cubiertas vegetales para proteger el suelo de la erosión y aumentar su fertilidad de forma natural. También se aplican medidas que equilibran el aprovechamiento de los recursos, entre ellas, el uso racional del agua de riego y el uso de energía solar renovable en la bodega.
Las variedades cultivadas en el viñedo son Tempranillo, Cabernet sauvignon, Graciano, Syrah, Garnacha blanca y Garnacha tintorera. Estas variedades, en su mayoría, son autóctonas, por lo que, aunque Dehesa de Luna es una bodega joven, con una puesta en práctica moderna, también se impregna de la tradición para componer buenos vinos.
La filosofía de la bodega, desde el primer día hasta la actualidad, sigue siendo elaborar vinos de calidad, respetando siempre el futuro de la tierra que cultivan.