Esta bodega nace en plena crisis del sector del vino combatiendo con gran firmeza todas las dificultades. Olivier Cazenave compra la propiedad en 2003 y funda Château de Bel con el propósito de romper moldes. [break]
Olivier Cazenave quiso diferenciarse de los "glamurosos" vinos de Burdeos elaborando sus propios vinos en esta apelación histórica, queriendo resaltar la humildad y la sensatez que le caracterizan, algo que considera que no tienen muchas bodegas de la zona.
Este enólogo rompe con la tradición de los vinos de Burdeos, aportando modernidad y vanguardismo en la gestión biodinámica del viñedo y hasta en el etiquetado, haciendo diseños más innovadores. Los especialistas que se encargan de que todo salga bien en el viñedo con el método de la viticultura biodinámica son Anne Calderoni y Thomas Le Gris de la Salle. Estas técnicas buscan un efecto en las tierras que repercuten posteriormente en los vinos haciéndolos fáciles de beber y más sabrosos.
Otra ventaja competitiva que tienen sus vinos es el precio, ya que su filosofía es la de ofrecer vinos de calidad pero asequibles, fuera de los estándares de las grandes marcas. Esta es su novedosa manera de elaborar vinos en una zona tan tradicional como Burdeos. Actualmente cuenta con 20 hectáreas de viñedo en Pomerol y Montagne Saint Emilion y otras 8 hectáreas a orillas del Dordoña, concretamente en Entre-Deux-Meres.