Zacapa

Su nombre es casi una invocación para los buenos aficionados y una de las cumbres mundiales del ron. Regresa Zacapa y el mundo se ilumina. [break]

Llegamos con algunas de la mejores botellas de la destilería que roza el cielo: desde sus míticos Centenario 23, Royal y XO, hasta el ahumado Zacapa Edición Negra, la última incorporación de la casa guatemalteca a nuestro catálogo. Si figuran entre tus favoritos, renovarás votos, si no los conoces y te decides a probarlos, no podrás prescindir de ellos jamás. 

Todos y cada uno de los ultrapremium de Zacapa se elaboran a partir del mejor y más noble ingrediente ronero, su base, la miel virgen de caña de azúcar. La melaza es para otros. Además, todo el proceso de elaboración, desde la plantación de ésta hasta el embotellado, es controlado al detalle con el mismo celo que un gran director de orquesta sinfónica.  

Este es el territorio de Lorena Vásquez, master blender de la firma desde hace más de 35 años y una de las pocas mujeres que ostentan dicho puesto en el universo spirit. Aseguran desde la casa que su estilo especial para mezclar “más allá de la norma”, y su carácter expresivo se deja sentir en todos sus creaciones. Se podría decir que ya es un mito en Zacapa. 

Es precisamente la mano de Vásquez la que determina otra de las particularidades de sus rones: la selección de barricas del sistema de solera propio, inspirado en los vinos generosos de Jerez, para añejar sus creaciones. Este contempla la mezcla de rones distintos, con edades diferentes, madurados en roble americano o europeo que contuvieron anteriormente bourbon o selectos cognacs y jereces, según los matices que se busque lograr.

A ello, además se añade la altitud, ya que las barricas se alojan en la llamada "Casa sobre las nubes" ubicada en plena sierra de Quetzaltenango, a unos 2.300 metros sobre el nivel del mar, procurando un envejecimiento delicado que permite mantener intactos sus profundos aromas y sabores, sin perder un ápice de frescura. 

Si el contenido del líquido es impresionante, puesto que no sólo refleja la madera en la que se ha ido puliendo, sino que muestra acidez, astringencia, dulzor, fruta y frescura (parece mentira tras tantos años durmiendo entre la protección de las duelas), qué decir de su continente. Estamos ante botellas con un elegante diseño que nos cuentan distintos aspectos de la cultura de los pueblos indígenas de Guatemala.

Tanto el Edición Negra como el Centenario 23 se visten enlazados por el 'petate', una banda trenzada por mujeres mayas, homenaje a las raíces prehispánicas del país. En el caso del XO y del Royal, el ron se guarda en unas preciosas botellas ovaladas que parecen frascos de perfume, y en cierto modo lo son: la mejor esencia para beber que se ha inventado hasta la fecha.