Pago Florentino

Todos hemos escuchado la expresión ‘salir de Málaga para entrar en Malagón’, pero no todos saben que en Malagón la familia Arzuaga elabora uno de sus vinos más exitosos. [break]

Esta localidad, que sale al paso de los viajeros que transitan por la carretera que une Toledo con Ciudad Real, alberga curiosos descubrimientos. Entre ellos, el de contar una de las pocas bodegas españolas que tiene su propia denominación de origen: Pago Florentino.

Pago Florentino se asienta sobre una finca conocida como La Solana, un espacio de 58 hectáreas de viñedo que constituye por sí solo un terruño específico gracias a las características específicas de su suelo y su clima.

La historia de esta finca comenzó hace aproximadamente 20 años, cuando Florentino Arzuaga, propietario de Arzuaga Navarro, una de las bodegas más conocidas de la Ribera del Duero, llegó a La Mancha con el fin de encontrar un olivar con el que elaborar aceite de oliva a partir de la variedad Cornicabra, una aceituna que en esta zona muestra su máximo potencial.

Después de adquirir 150 hectáreas de olivos de dicha variedad, Florentino siguió buscando nuevos terrenos con los que dar mayor carácter y personalidad a su aceite. En esa búsqueda se encontró con un terreno idóneo para el cultivo, pero no para la aceituna, sino para la uva. Esa tierra fue el germen de La Solana, llamada así por las numerosas horas de insolación con las que cuenta gracias a su orientación sur.

La Solana es el lugar en el que nace el vino Pago Florentino, un monovarietal de Cencibel que causa sensación entre nuestra comunidad. Nuestros socios valoraron la añada anterior con 4 estrellas sobre 5 y la añada 2016 ha sido puntuada con 92 Suckling.

No son pocos los socios que sabemos que tienen este vino como su favorito de entre todos los que se elaboran en La Mancha, una condición fortalecida por la excelente relación calidad-precio con la que cuenta Pago Florentino, un vino que sorprende y que una vez que se prueba es difícil de olvidar.