Si tecleas Rhône en tu buscador verás un río imponente y unas laderas bucólicas, pero hay algo que no se puede ver, se tiene que vivir. [break]
El viento mistral. Implacable y feroz, es un factor fundamental para los elaboradores de la zona. Quienes lo saben domar, tienen una recompensa como la que encontramos aquí. Te proponemos un recorrido de norte a sur por el Ródano para conocer las mil caras de una región que es religión.
Desde la septentrional Condrieu hasta la desembocadura en el parque natural de la Camarga encontramos decenas de piezas de un mosaico vinícola que conforman un lugar único, hogar de mecas como Châteauneuf-du-Pape.
Maison Brotte lleva casi un siglo creando vinos a lo largo de este valle, con La Fiole como buque insignia a la cabeza. Su icónica botella retorcida (recuerdo del efecto del mistral en las viñas) lleva tiempo con nosotros abriendo a muchos la puerta de este universo. Puerta esperando a un toc-toc por tu parte para ser feliz con un perfil de lo más consistente y sugerente en todas sus versiones.
Como apunte final, no te vamos a hablar de dos uvas que seguro conoces como la Garnacha y la Syrah, protagonistas de los tintos aquí presentes. Te queremos hablar de la Viognier, una variedad perfecta si huyes de blancos al uso.
¿Aromas? Fruta de hueso como albaricoque y melocotón. ¿Paso por boca? Untuoso, envolvente y complejo. ¿Para comer? Infinitas opciones de maridaje, desde aves guisadas a sushi pasando por unos tacos mexicanos.
Eso que oyes ahora son tus jugos gástricos, que te están pidiendo que sucumbas ante semejante tentación. ¿No vas a ponerle solución?