Javier San Pedro Ortega

Javier guarda una llave capaz de abrir un mundo de emociones. Nuestra compañera, Raquel Cuenca, descubrió lo que había al otro lado. [break]

"Soy un alma ávida de historias por descubrir y descorches emocionantes. Y los de los vinos de Javier San Pedro Ortega te aseguro que lo son: auténticos, singulares y con una personalidad arrebatadora como la cabeza y las manos que los cincelan. 

Los conocí hace un par de años de la mano del propio Javier, la primera vez que visitó nuestra sala de catas. Pero el pasado enero tuve la suerte de visitar su bodega en Laguardia, su sancta sanctorum, y corroborar que el talento innato que los alumbra es alimentado sin descanso por la inquietud, valentía y perfeccionismo inquebrantables de un elaborador que lucha por lo que quiere y sabe cómo lograrlo. 

Así ven la luz maravillas como Villahuercos, un blanco descomunal, brillante y sin fin (mi souvenir de la visita, por cierto); La Taconera, la elegancia sublime de una Tempranillo arrullada en un viñedo centenario; o ese desahogo experimental y creativo llamado Winestorming Calma, fusión gozosa de Rioja Alavesa y Sanlúcar de Barrameda. 

Todos, y algunos más, te aguardan ya en un despliegue apabullante. La llave la tiene San Pedro. Como él, no te cortes, tómala y entra."