Fuentes del Silencio

A orillas del río Jamuz, en una comarca con muchísimo encanto, y de la cual se habla cada vez más, se erige una de las bodegas estandarte de la región, con el sentimiento y propósito de revalorizar su vino y su tierra. [break]

Se trata de una zona aún desconocida para muchos, pero que sin duda entrega auténticas delicias muy apreciadas por los conocedores. Así lo demuestran los vinos de Fuentes del Silencio, de los que te traemos sus nuevas añadas para que puedas redescubrir estos fantásticos tintos leoneses tan bien respaldados por la crítica.

Herreros del Jamuz era antiguamente una parada obligatoria, y rebosante de vida, donde los peregrinos del Camino de Santiago paraban a rellenar sus provisiones de vino para continuar su andadura. Hoy es el vago recuerdo de una historia olvidada que Marta y Miguel, enólogos de la casa, intentan recuperar. 

Apostaron por las clásicas variedades leonesas, como son la Mencía o la Prieto picudo, pero también por otras como la Palomino o la Alicante bouschet. Proceden de cepas centenarias que crecen prácticamente a ras del suelo, haciendo necesaria la práctica conocida como “poda rastrera”, tras la cual muy posiblemente uno necesite un buen quiropráctico. 

Entregan vinos tan auténticos como Las Jaras 2018. Un vino goloso, concentrado y con marcados aromas minerales, de esos que consideramos que vale la pena tener más de una botella, así que te ofrecemos la posibilidad de llevarte 6. Y no nos ha enamorado únicamente a nosotros, sino también a la crítica, como demuestran sus 92 puntos Peñín y sus 90 Parker. 

Si lo prefieres, también puedes optar por Las Quintas 2018. Es, probablemente, el tinto que mejor representa el perfil de la bodega, con su carácter aromático y su ligera tanicidad. En anteriores añadas ha estado siempre muy bien puntuado, llegando a los 94 Peñín y 92 Parker en la anterior 2017, así que, para disfrutarlo en condiciones, te lo puedes llevar con un 20% de descuento.

Por último, pero no menos importante, La Gándara 2018 y sus 92 Parker. Es un vino de limitadísima producción, que permite a sus elaboradores llevar su filosofía de experimentación y no intervención a la máxima expresión. Una de esas maravillas que te aconsejamos probar por lo menos una vez, pero que seguramente querrás repetir.

Tres vinos que valen su peso en oro, literalmente, pues esta zona es un antiguo yacimiento de oro, de manera que no andamos muy desencaminados cuando decimos que se trata de auténticas joyas.