Casa Gran del Siurana

El Siurana es un río que nace en las Montañas de Prades y atraviesa el Priorat hasta desembocar en el Ebro. De él toma su nombre esta bonita bodega del grupo Perelada de la cual se obtienen unos tintos bastante asequibles. [break]

El epicentro de este ‘celler’ se encuentra en la localidad de Bellmunt del Priorat, por donde pasa el Siurana. Allí se levanta una masía de piedra conocida como la ‘Casa Gran’, una edificación en la que habitaron los monjes cartujos del monasterio de Scala Dei, quienes también practicaron la viticultura.

A Bellmunt llegaron los hombres y mujeres de Perelada en el año 2000, y lo hicieron para levantar un proyecto muy apegado al 'terroir' de la comarca. Comenzaron seleccionando las fincas con mayor potencial enológico, y para su vinificación eligieron la antigua cooperativa del pueblo, que adaptaron a las necesidades de la enología actual. A día de hoy, los viejos lagares subterráneos de la cooperativa se han convertido en modernas salas de crianza no exentas de encanto y de historia.

Pero salgamos fuera, al viñedo, donde todo empieza. Los vinos de Casa Gran del Siurana proceden de dos terruños muy diferenciados entre sí tanto por su orografía como por su suelo.

Por un lado nos encontramos con la finca de La Casa Gran, 10 hectáreas (de las cuales poco más de 6 están cultivadas) situadas en la margen izquierda del río que da nombre a la bodega. En esta zona el terreno es profundo, e impera el suelo rojizo de limo y arcilla salpicado por los sedimentos fluviales.

Por el otro, La Fredat, casi 40 hectáreas de terrazas y pendientes que quitan el hipo. Aquí Perelada cultiva 10 hectáreas de viñedo hasta completar las 16 de las que se nutre la bodega. La Fredat es una finca repleta de llicorella, la pizarra descompuesta tan característica del Priorat. Una piedra que permite que las cepas urdan sus raíces metros y metros bajo tierra en busca de nutrientes.

De la finca La Casa Gran procede el vino más asequible de esta Venta Privada: GR-174, un tinto joven y fácil de beber que pone en relieve la versión más disfrutona de los tintos del Priorat. De La Fredat se obtienen los otros dos, en los que se busca una mayor profundidad y complejidad de matices, virtudes muy deseadas cada vez que pensamos en los grandes tintos de esta denominación.