Chateau Cristi

Y es que el suyo es uno de los grandes nombres de la historia de la vinificación moldava, no en vano los vinos de Chateau Cristi fueron respetados y muy apreciados durante largos años en la corte real rusa. 

Descendiente de nobles y estadistas que sirvieron fielmente al régimen zarista, ocupando en él altos cargos políticos y militares, Vladimir Christi estudió derecho en la Universidad Estatal de Moscú, pero no fue hasta que decidió continuar sus estudios en la Academia Agrícola de Montpellier cuando nació su amor por la enología.

Sus vinos procedían entonces de sus diezmos de Telesheu, Samanak, Peresechin y Pokshesht en el distrito de Orhei, Zamchozh, en el distrito de Chisinau y de varias parcelas más al sur y al oeste del país. Casi un siglo y medio después, los descendientes de Christi siguen al mando de la bodega, que conserva 150 hectáreas de viñedos en el pueblo de Găvănoasa, localidad perteneciente a la zona de producción de Valul lui Traian, en el sur de Moldavia.

Esta región debe su nombre a su ubicación entre las dos murallas de Trajano que se levantaron durante el Imperio Romano para proteger esta frontera de los bárbaros. Sus suelos ligeros y bien aireados por la influencia del Mar Negro y los bosques de Tigheci hacen de este un enclave excepcional para el cultivo de la vid, dando vinos de rico color y con un selecto bouquet de aromas florales y de frutos secos.