Can Xanet

Todo empezó con la compra de un terreno, en el piedemonte de la Sierra de Tramontana. Una finca en la que intuyó un pasado vinícola cuando encontró troncos de vitis en una acequia. 

Allí plantó José Antonio un pequeño viñedo de 2 hectáreas de extensión, para el que eligió las variedades que más le gustaban. La mediterránea Syrah, la Merlot como su segunda uva favorita y dos uvas autóctonas, que decidió incorporar tras investigar previamente con los viticultores de la zona: la Mantonegro y la minoritaria y rara Gorgollassa. 

Jose Antonio se asesoró inicialmente con el prolífico y prestigioso enólogo Raúl Pérez, que al saber que una de las variedades plantadas era la desconocida Gorgollossa, prácticamente se tiró de cabeza al proyecto. De hecho, con esta variedad, que no estaba autorizada en la denominación Vinos de la Tierra de Mallorca, elaboraron una primera añada (la 2011) experimental, que salió como vino de mesa. En 2012 la autorizan. El proyecto que definió enológicamente Raúl Pérez tenía un gran y estimulante reto, elaborar cuatro vinos en apenas dos hectáreas de viñedo. 

En cuanto a la finca, tiene varias singularidades. Su ubicación es interesante ya que posee un microclima muy propicio para el cultivo de la vid. Se encuentra al pie del monte de la Sierra de Tramontana pero a la vez es muy cercana al mar. En invierno recoge mucha agua del monte y en verano se refresca siempre de un viento térmico de la Bahía de Palma, conocido en la zona como "el Embat". El terreno calcáreo de la finca, fija muy bien los monovarietales y exprime bien las características de las variedades.