Sangenis i Vaqué

Estas fincas habían pertenecido con anterioridad a la familia paterna de Sangenís con anterioridad al año 1700. Se sabía también que, antaño, esa tierra se había destinado a la viticultura.

De hecho, está documentado que a principios del siglo XVIII algunas familias del Priorat trataron de embotellar vino, pero les resultó imposible dadas las dificultades económicas y sociales de aquella época.

Un año después de la plantación de las viñas, Pere y Conxita comenzaron a elaborar sus propios vinos en la antigua bodega del abuelo de Conxita, quien se dedicó a la viticultura y al comercio del vino desde el año 1886 y hasta que falleciera.

Hoy continúan elaborando sus vinos en estas instalaciones; además, el relevo generacional está asegurado gracias al interés de María y Núria Sangenís por el vino, que tantas alegrías ha dado a la familia a lo largo de su historia.