Pagos de Matanegra

Entre 50 y 110 años tienen los viñedos de José Luis Escudero, cuya familia ha estado vinculada al mundo del vino varias generaciones atrás, y César Martín, ligado a Pagos de Matanegra desde su nacimiento hace 14 años.

Ambos son los propietarios de esta pequeña bodega de la Ribera del Duero, donde elaboran vinos bajo técnicas biodinámicas. 

Poda en seco y verde siguiendo los ciclos lunares y una producción controlada de una media de 60.000 kilogramos de uva por año son algunas de las claves de la calidad de sus vinos.

Todos ellos son elaborados a partir de la variedad Tempranillo, plantada a unos 900 metros de altitud. Sus vides se cultivan en un viñedo con suelos arcilloso calcáreos de 20 hectáreas repartidas en 30 parcelas bajo la influencia de un clima continental.

Los viñedos se trabajan de forma natural, sin fertilizantes ni nada que dañe su presente o futuro. Sol, lluvia y una maduración lenta son los ingredientes fundamentales que sus uvas necesitan para entregar vinos como estos monovarietales. 

La crianza de los vinos de Pagos de Matanegra se realiza en barricas de roble francés, donde termina de afinarse el trabajo realizado en el viñedo.