Château Paloumey

El origen de la palabra Paloumey procede del dialecto gascón y significa "el lugar donde pasan las palomas torcaces", en alusión a esta ave migratoria que surca los cielos bordeleses cada año en su camino hacia climas más cálidos.

La historia de este château comenzó a principios del siglo XIX, cuando pertenecía a un comerciante llamado Octave Dupuy, un convencido del enorme potencial vinícola del sur del Médoc. A lo largo de los años, sus vinos gozaron de una gran reputación, encontrándose entre los mejor considerados de la zona.

Debilitada por la filoxera de finales del XIX y víctima de los años de la guerra, el viñedo de Paloumey fue abandonado y en 1950 se arrancaron todas sus vides, permaneciendo en el olvido durante casi 40 años. Concretamente hasta el año 1989, cuando su actual propietaria, Martine Cazeneuve, asumió el reto de restaurar un château sin bodega y sin viñas.

Martine Cazeneuve, en asociación con la empresa François Charles Oberthur, dedicó varios años de intenso trabajo a reformar las diversas parcelas de viñedo, plantar nuevas vides y construir una nueva bodega para dar nueva vida a la propiedad.

Su determinación fue recompensada en 2003 cuando la calidad de sus vinos fue reconocida con la categoría Crus Bourgeois Supérieur, una distinción que desde entonces se le ha otorgado en cada añada al vino más emblemático de la casa: Château Paloumey.

Actualmente, la bodega dispone de 34 hectáreas de vides plantadas en la comuna de Ludon-Médoc y Cussac-Fort-Médoc.

El viñedo está plantado con 3 variedades clásicas en Médoc. La Cabernet sauvignon que forma la columna vertebral del vino y aporta complejidad, estructura y potencial de envejecimiento; la Merlot que dota al vino de flexibilidad, redondez y frescura; y la Cabernet franc, cuyo toque otorga finura y aromas especiados.

Los suelos de grava, arena y guijarros componen los viñedos plantados alrededor de Château Poloumey, mientras que en Cussac-Fort-Médoc, una población al borde de la denominación Saint Julien, se encuentran 10 hectáreas más pertenecientes a la propiedad que están dominadas por los suelos de grava y arcilla.

El respeto por el terroir, el medioambiente y las personas son las prioridades de Paloumey. Es por ello que desde 1995 realizan prácticas agrícolas sostenibles para las vides y el suelo.