Château de Fosse-Sèche

El señorío de Fosse-Sèche perteneció al priorato Saint Pierre de Montreuil-Bellay y formó parte de la parroquia de Saint Hilaire de Rillé en el siglo XV. 

Antiguos túneles de unos 5 kilómetros vinculaban Fosse-Sèche con el priorato, que residió en la propiedad durante varios siglos. Hoy allí se encuentran cubas de vino de la Edad Media.

Con la llegada del siglo XX, en 1905, el enólogo Paul Taveau inició una nueva andadura en la elaboración de vinos. De esa experiencia nació el famoso Cabernet d'Anjou, que recibió dos diplomas de Grand Prix en las exposiciones universales de Lieja y Bruselas.

En 1996 comenzaría una nueva etapa para Fosse-Sèche, cuando Guillaume y Adrien, junto a su madre Françoise y su padrastro Ueli dejaron su viñedo en Madagascar para instalarse en la propiedad.

Guillaume estudió enología y viticultura en Suiza. A su vuelta, comenzaron juntos a cultivar las viñas de forma orgánica, a elaborar sus propios vinos y a comercializarlos hasta el día de hoy.

Para vinificar sus vinos utilizan tanques ovoides de hormigón de arcilla, inspirados en las grandes jarras de terracota o ánforas que se encontraron en la antgüedad y que, medio enterradas, se usaban como tanques de vino, aceite o cereal.

En el viñedo, las variedades tintas que cultivan son 8 hectáreas de Cabernet franc y 1 de Cabernet sauvignon. De uvas blancas cuentan con 5.5 hectáreas de Chenin y 0.5 de Chardonnay.