Descripción

La mejor manera de empezar a descubrir los vinos que llevan el sello de Alejandro Fernández en Condado de Haza es con su Crianza, un vino potente, elegante, meloso y con el toque exacto de barrica que aporta estructura, especias dulces y vainilla. Se trata del vino de entrada de la bodega, que se muestra seco, afrutado, con un cuerpo medio y un posgusto fino y duradero. Un vino exquisito que seguirá evolucionando excelentemente en botella y cuya añada 2011 formó parte del ránking de Los Favoritos de nuestra comunidad.

Ficha técnica

La bodega
Tipo
Tinto Crianza
Añada
2012
Grado
14.0% vol.
Variedad
100% Tempranillo
Origen
Ribera del Duero

Cata

Vista
Color rojo púrpura intenso con ribete violáceo.
Nariz
En nariz es perfumado y fragante, con aromas frutales y florales como de rosas, violetas, mora y regaliz. Intenso desde la primera vuelta en copa. Poco a poco aparecen toques balsámicos en su interior.
Boca
En el paladar es suave y aterciopelado, con toques a mermelada de frutos negros que le confieren un cuerpo goloso. Intenso y con buena acidez, bien equilibrado entre madurez de la uva y el frescor bajo la lengua con toques ahumados y especiados procedentes de un roble impecable. Un vino con un largo final que seguirá en evolución los próximos años.
Temperatura de servicio
En torno a los 14ºC.
Consumo
Óptimo durante los próximos 2-3 años. Se recomienda decantar 25 minutos antes de su consumo, ya que pueden aparecer posos que no afectan a la calidad del vino.
Maridaje
Ideal con asados de cordero, chuletillas al sarmiento, rabo de toro, cochinillo lechal y quesos semicurados.

Viñedo y elaboración

Descripción
Viñedos propios ubicados en el término municipal de Roa de Duero, a una altitud de más de 811 metros.
Edad
Más de 25 años.
Suelo
Terreno franco-arenoso.
Clima
Tras un invierno frío y seco (salvado por las nieves de enero) dejó paso a una primavera algo más seca de lo habitual. Solo en el mes de abril las precipitaciones regaron los campos para aliviar la sequedad que venía desde el año anterior. Mayo y junio, perfectos en temperaturas y no excesivamente secos, fueron el preludio de un verano seco y caluroso. Agosto fue algo más fresco que julio, con lo que el envero se alargó durante más días. Todo ello quedó rematado por un septiembre seco y más caluroso de lo habitual que dejaron una materia prima perfecta en el momento de la cosecha. Las lluvias amenazaron las semanas de vendimias, pero no cayeron firmemente hasta no haber acabado las labores (segunda semana de octubre).
Cosecha
Manual.
Vinificación
La elaboración es totalmente tradicional, con despalillado y posterior fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable.
Envejecimiento
18 meses en barrica de roble americano y 6 meses en botella.