Valrhona

Dicen los entendidos que para reconocer un buen chocolate, si lo coges entre tus dedos debe inmediatamente empezar a derretirse. [break]

Su aroma debe ser intenso y persistente y al probarlo, sus sabores deben permanecer en el paladar. Si os habéis fijado, podríamos estar hablando casi de la cata de un vino, pero hoy, nuestro producto estrella es el chocolate. Y no cualquiera.

Presentamos en estreno la marca francesa que mejor ha sabido trasladar el valor de un buen chocolate. La base de algunos de los postres más mediáticos y premiados de la alta reposteria: Valrhona. 

El nombre Valrhona surge curiosamente de la contracción de “Vallée du Rhône” y es que su ubicación está precisamente en la región vinícola de Hermitage, en el Valle del Ródano. No va a ser este el único paralelismo entre chocolate y vino.

Esta casa chocolatera francesa trabaja el cacao como si fueran vides. Empezando por la localización de sus plantaciones de cacao, en los países con mayor reputación del mundo por su materia prima. Plantaciones que funcionan bajo el concepto “single state” una especie de cacao de parcela, que en sitios como Venezuela, son además de una singular variedad de cacao Criollo recuperado, con características organolépticas únicas. Es el caso del raro cacao conocido como “Porcelana”.

Lo cierto es que el chocolate, este producto tan fantástico por el que muchos suspiramos, en su estado más puro es todavía el gran desconocido. El cacao en crudo es raro y lejano, producto de la exploración de las zonas más remotas y descubiertos al azar en un terruño muy concreto - ¿Os suena de algo?- Valhrona es experta en cacaos excepcionales y controla absolutamente todo el proceso de transformación de una remota haba de cacao en un exquisito chocolate como el que hoy presentamos en formatos perfectos para regalo. 

Disfrutar de cada uno de ellos con Valrhona se eleva al concepto de experiencia. Para que sea exquisita se debe saber que la temperatura influye considerablemente en la apreciación del chocolate. Para degustarlo correctamente se debe conservar a la misma temperatura que un vino tinto - otro paralelismo - entre 16º y 18º centígrados, lejos de la luz y de variaciones de temperatura. De hecho, podéis meter en vuestra cava alguno de los chocolates de Valrhona y preparar vuestras papilas. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que os compraréis uno.