Y es que al propio enólogo y a su equipo les extrañó sobremanera el comportamiento de las cepas que aguantaron lo indecible las tres olas de calor. [break]
Sin duda, las cepas plantadas en vaso en laderas fueron la salvaguarda de un viñedo que dio unas uvas de una calidad excepcional y, encima, más cantidad a pesar de la sequía y el extenuante calor.
Lo bueno que trajo éste fue poder mantener a raya enfermedades como el oidio y el mildiu. Eso hizo que no hubiera que emplear tratamientos con sulfuroso. Pero para cuidar de las plantas que estaban aguantando tal insolación, hubo que llevar a cabo mucho laboreo de labranzas continuadas, una excava constante, azada en mano, cepa a cepa, el máximo aprovechamiento de las corrientes y un mínimo trabajo con la parte vegetal, solamente hubo que realizar un ligero despunte puntual para cuidar la imprescindible cobertura foliar de las cepas en vaso.
Nadie daba crédito que ante un estrés hídrico como el sufrido por las vides en un año tan abrasador, la cosecha creciera en un 20% respecto al año anterior. La única explicación posible es que las cepas se cerraron para sobrevivir, olvidando madurar sus uvas de forma normal por fotosíntesis y fototranspiración. Las plantas lucharon hasta la última de sus fuerzas para proteger sus frutos.
El resultado fue una menor coloración pero una gran permanencia de acidez y aromas, que son los que sostienen la gracia de un vino. Además, los niveles de azúcar fueron más bajos de lo habitual. Todo lo anterior hizo que la vendimia se adelantara en una semana a lo previsto para evitar la sobremaduración.
Qué importante ha sido la cubierta vegetal de las vides para esta espectacular añada que dos miembros de Bodeboca pudimos catar y nos impresionó por su gran frescura: parece mentira que las vides aguantaran verdes todo el período estival con el infierno que les caía encima cada día. Es toda una paradoja probar estos vinos sabiendo esto. Qué maravilla los cinco tintos míticos que puedes comprar en avanzada para que dentro de un año, aproximadamente, te los mandemos a casa y seas de los pocos que puedan probar estas maravillas que este año tienen más mérito dadas las circunstancias.
La bodega lo resume a la perfección: “los hollejos excepcionalmente gruesos de las bayas protegieron las uvas de la irradiación, sus mostos fueron muy puros, procedentes de viñas perfectamente sanas que ofrecieron vinos modelados de una belleza prístina. Los aromas y sabores resaltan con el vibrante nervio de la acidez jugosa donde fluyen gustos intensos de la tierra, la cepa y la luz. Armonía sedosa que narra la crónica de lo ocurrido en estos campos con la sutileza de la dignidad”. Pues eso, para qué añadir más.
Finaliza en
2 días
Entrega estimada entre el 01/06/2024 y el 31/12/202401/06/2024 - 31/12/2024
Álvaro Palacios, con una filosofía y personalidad enraizada en la espiritualidad, la cultura y la tradición, llega en 1989 a Gratallops y se enamora del paisaje místico del