Más de un siglo de historia nacida con el supermaro
Es el punto de partida de esta casa nacida de la iniciativa y la creatividad de Carlo Gamondi, quien en 1890 empezó a comercializar en su tienda de comestibles de Acqui Terme su propio amaro.
Aquel licor, actualmente identificado por su icónica botella que recuerda a la conocida Bollente, la simbólica fuente termal de la localidad piamontesa, rápidamente alcanzó gran fama, atesorando incluso medallas y premios. El éxito del superamaro, como empezó a popularizarse la bebida, animó a Gamondi a dejar la pequeña tienda y abrir La Degustazione, establecimiento que más tarde se conocería como el Bar Gamondi.
Tiempo más tarde, en 1928, fue el mismo Carlo, ante la inminencia de una operación de salud delicada, quien en su testamento, desvelaría explícitamente que la receta original de su creación la llevaba consigo escrita en un papel guardado a buen recaudo en su cartera. 45 días después fallecía pero gracias a esta revelación su historia y su licor siguen más vivos que nunca.
Su hijo Giuseppe le sucedió en el negocio, pero su también repentina muerte a los 40 años y sin herederos, puso fin a la dinastía Gamondi, pasando la marca a la familia Barbieri. De su mano vino la ampliación de la gama de productos, en muchos casos concebidos a partir de recetas originales del padre del superamaro.
A finales de los 90, los Barbieri vendieron la marca y la producción se detuvo. En 2009, ésta pasó a la familia Tosso, propietaria de la casa centenaria homónima asentada en Cossano Belbo especializada en la elaboración de vino (tanto tranquilo como espumoso) y vermut.
Su experiencia y empuje han revitalizado la marca Gamondi con recetas originales de sus licores que ponen en valor su historia. Además del amaro, destacan sus vermouths di Torino lanzados al mercado en los últimos años que, como ya hiciera el pionero superamaro de Carlo Gamondi, suma ya un buen puñado de distinciones por su gran calidad.